La primera vez que vi la foto en Facebook del gato Tito acostado en una caja de madera
con telas azules, con su blin blín puesto, su ropa tejida azul celeste, pensé en una mascota que se murió y que su dueño o dueña decidió retratar antes de enterrar para mantenerlo en su recuerdo. Para nada imaginé lo que había detrás de todo esto hasta que comencé a fijarme en las variadas expresiones en Facebook sobre la noticia que publicó el periódico Primera Hora esta semana sobre el funeral del gato Tito de Hormigueros y el duelo de su dueña. Observé que para unos fue una noticia que no merecía ser noticia, para otros una conducta descrita como "ridícula, insensata, imbécil" por parte de la dueña del gato que lloraba a "moco tendido" durante el funeral acompañada y consolada por familiares y amigos en presencia de la prensa. Y también hubo otros que entendieron el dolor de la señora por la pérdida de su mascota de 18 años y se mostraron solidarios. De manera interesante, también hubo quien reconoció adorar a sus mascotas pero nada de hacer "un show ante las cámaras" por la muerte de ellas.
Luego de ver el video del gato Tito de Primera Hora me doy cuenta que es el mismo descontrol de emociones que hemos visto con pérdidas de seres humanos en otras esferas.
No se juzga a quien lloras, el dolor es de cada cual. El duelo es muy personal. No obstante el descontrol y el aferro hacia algo o hacia alguien es interesante y preocupante. Me pregunto si la gente se plantea la idea de que hay vida y muerte. Hay comienzos y finales. Nada es eterno, nada. Recuerdo el caso de Stefano mucha cordura, y control aún con el dolor de su madre, padre y familiares. Aprender a manejar las pérdidas es necesario para vivir en paz y continuar hacia adelante con salud mental. El amor por las mascotas es hermoso a veces las queremos más que a los propios humanos porque ellas dan alegría, amor y diversión no juzgan ni hacen daño. Bueno excepto las q molestan a los vecinos lol. Que llore y grite lo que quiera la dueña del gato Tito, ella es dueña de su sentimiento y nadie más. A sus amigos y familiares que la observen y si su ánimo afectara su salud física o mental busquen ayuda de un profesional de la salud para que la atienda. Por ahora, déjenla procesar su dolor tal y como sabe hacerlo, déjenla llorar a "moco tendido". Si supiera manejar la pérdida de otra manera tal vez lo haría. (Nota: Los egipcios embalsamaban a los gatos)