Si indignante resultó la historia de la beba de año y medio de edad residente en Cupey, que según reseña la prensa del País fue víctima de abuso sexual, más indignante es la divulgación detallada del estado actual de sus genitales.
Aparte del abuso sexual y su cruda descripción detallada, se alega que esta niña estaba desnutrida, que su hogar fue encontrado en condiciones insalubres y ella visiblemente desprovista de cuidados de salud. La madre soltera de apenas 19 años de edad con siete meses de gestación tiene otro hijo de dos años de edad, acostumbraba dejar a otros el cuido de los hijos y “desaparecer”.
Esta infante tiene derechos como cualquier ser humano. El 20 de noviembre de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Niños. Esta Declaración surgió con el fin de proclamar los derechos de los(as) niños(as) y solicitar a los padres, a las madres, a los adultos, a las organizaciones y a las autoridades, a que reconozcan estos derechos y luchen por su cumplimiento. Treinta años más tarde, en el 1989 la ONU aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño para reforzar la Declaración.
En el contexto de la niña en discusión observamos que probablemente se violaron entre otros derechos los siguientes:
Derecho a la privacidad (Ley HIPAA)
“Que el niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados”.
“Que el niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material”.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material”.
El derecho a la información no debe menoscabar el derecho a la intimidad de esta menor, por el contrario merece un trato confidencial a los datos personales relativos a su salud. Según Primera Hora, por boca de Marlyn Sánchez agente investigadora del caso, nos enteramos que la vagina de la niña se compara con la de una mujer adulta. También supimos por el relato de las vecinas, que las partes íntimas de la infante estaban inflamadas, moradas, con secreciones y laceradas. ¿Se les habrá quedado algún detalle?
Toda esa información personal es importante para la menor, sus médicos y las autoridades pero no le incumbe al público. Estos eventos hay que denunciarlos y explicarlos a los agentes investigadores. Los agentes deben ocuparse de aclarar los hechos y proteger a la menor, jamás socavar a la víctima. La información de salud de los(as) niños(as) según la Ley HIPAA puede ser revelada solamente con el consentimiento de uno de los padres o guardián legal. Ya ha pasado por mucho abuso esta infante, para que sea explotada nuevamente en un desenfrenado y patético circo mediático.
Toda esa información personal es importante para la menor, sus médicos y las autoridades pero no le incumbe al público. Estos eventos hay que denunciarlos y explicarlos a los agentes investigadores. Los agentes deben ocuparse de aclarar los hechos y proteger a la menor, jamás socavar a la víctima. La información de salud de los(as) niños(as) según la Ley HIPAA puede ser revelada solamente con el consentimiento de uno de los padres o guardián legal. Ya ha pasado por mucho abuso esta infante, para que sea explotada nuevamente en un desenfrenado y patético circo mediático.
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